Aunque parezcan detalles sin importancia, algunas prácticas pueden afectar la salud de ambos sin que se den cuenta.
Aquí van algunas de las más comunes:
🪥 1. Compartir el cepillo de dientes
Puede parecer romántico o una solución rápida si uno lo olvidó, pero no es buena idea.
El cepillo puede transferir bacterias, hongos y virus orales. La boca tiene millones de microorganismos, y compartir el cepillo facilita su transmisión directa.
🛏️ 2. Dormir semanas con las mismas sábanas
Cuando las sábanas no se cambian con regularidad, acumulan sudor, células muertas y humedad.
Esto puede favorecer ácaros, malos olores e irritación en la piel. Lo ideal es cambiarlas cada 7 a 10 días.
🚽 3. Ir al baño juntos (literalmente)
Para algunas parejas es normal… pero no siempre es buena idea.
Cuando la taza se usa sin cerrar la tapa, pueden liberarse partículas microscópicas en el aire, conocidas como aerosoles.
Aunque no se vean, pueden caer en superficies cercanas.
🎯 4. Explotarse granitos o espinillas entre sí
A algunos les resulta “satisfactorio”, pero si no se hace con manos limpias o productos adecuados, puede causar irritación o marcas en la piel.
🛁 5. Usar la misma toalla
Especialmente si está húmeda.
La humedad favorece bacterias y hongos, por lo que es mejor que cada uno tenga la suya y la seque bien después de usarla.
🍴 6. Probar la comida del otro con los mismos cubiertos
Parece inofensivo y hasta tierno, pero puede transferir bacterias y virus orales, especialmente si alguno está con defensas bajas.
❤️🔥 7. Olvidar la higiene antes y después de la intimidad
Con la emoción del momento, muchas parejas lo pasan por alto.
Pero mantener una buena higiene antes y después ayuda a prevenir molestias o infecciones.
💡 En conclusión:
El amor es hermoso, pero la higiene también.
Cuidarse en pareja no solo significa cariño, también significa protegerse mutuamente y mantener hábitos saludables.
Porque una relación saludable… también se nota en los detalles invisibles. 😉
