Verón-Punta Cana Friusa. Lo que comenzó como una preocupación juvenil se ha convertido en un movimiento con miles de seguidores. Hace catorce años, un adolescente dominicano sintió la necesidad de denunciar lo que consideraba una injusticia. Hoy, a sus 28 años, Ángelo Alexander Vásquez Hernández lidera la Antigua Orden Dominicana, un colectivo con más de 30 mil miembros registrados, cuya misión principal es la defensa de la soberanía nacional y los valores patrios.
Motivado por la inacción de las autoridades y la pérdida personal, Vásquez inició su activismo en las redes sociales, construyendo una comunidad que eventualmente se organizó para llevar su mensaje a las calles. Según él, el detonante de su compromiso fue el caso de un amigo cercano, asesinado en un hecho violento que quedó impune, lo que lo empujó a convertirse en el portavoz de una causa que, según él, muchos comparten, pero pocos defienden.
Desde 2018, la Antigua Orden Dominicana ha intensificado sus manifestaciones públicas, organizándose en sedes provinciales y municipales. Su fundador destaca que el grupo no incita a la violencia, sino que opera dentro del marco legal y con estricta disciplina. Para ser parte del movimiento, los miembros deben cumplir dos condiciones fundamentales: compromiso con la causa y respeto a la organización.
El nombre del colectivo tiene un profundo significado simbólico. “Antigua” representa los valores históricos de la nación; “Orden” refleja el deseo de restablecer el equilibrio y la justicia; y “Dominicana” reafirma su apego a la identidad nacional. Su lema es claro: “Salvaguardar los valores patrios hasta que las autoridades asuman sus responsabilidades”.
En ese contexto, la organización convocó a una nueva marcha este domingo 30 de marzo, en el sector El Hoyo de Friusa, en el municipio de Verón-Punta Cana. Esta movilización se enmarca en su programa estratégico, que prioriza zonas consideradas de interés. Sin embargo, este llamado también coincide con un caso reciente de alto perfil: el reporte de una madre sobre la desaparición de su hija adolescente en Hato Mayor, quien supuestamente fue llevada a la comunidad por un ciudadano extranjero.
“Friusa necesita atención y es hora de que las autoridades actúen”, dijo Vásquez, asegurando que su grupo no dejaría ningún territorio del país inaccesible para los dominicanos.
El líder del movimiento defendió la posición de su organización, enfatizando que su lucha no se basa en el rechazo ni la discriminación, sino en el derecho de los ciudadanos a sentirse seguros y protegidos en su propio territorio. «No es odio, es dignidad y soberanía», insistió.
Las constantes movilizaciones de la Antigua Orden Dominicana han ganado apoyo y atraído la atención de las autoridades. La marcha de este domingo abre un nuevo capítulo en el debate sobre identidad, seguridad y convivencia en las zonas fronterizas y turísticas del país.